Creditos rapidos, seguros y de total confianza

 Existe una gran variedad de productos financieros fuera del circuito de la banca tradicional. Entre ellos se encuentra los préstamos rápidos que se solicitan a través de internet. A muchos consumidores les surgen dudas sobre su seguridad y garantias dada la facilidad para su gestión. Te detallamos a continuación como esta agilidad en ningún caso significa que carezcan de las garantías legales necesarias para dar seguridad al prestatario. 

GARANTIAS LEGALES DE LOS PRÉSTAMOS RÁPIDOS ONLINE

Los micropréstamos o créditos rápidos se rigen por la Ley 16/2011, de 24 de junio, de contratos de crédito al consumo. Esta ley regula los contratos de préstamo que superen los 200 euros y que consistan en la entrega de pequeñas cantidades de dinero, con un corto plazo de devolución y a un tipo de interés un poco más elevado del normal.

Si por el contrario, el importe solicitado es inferior a 200 euros, la regulación que protegerá al consumidor será el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, sin perjuicio de otras leyes que puedan ser de aplicación al caso concreto.

Esto quiere decir que los consumidores o usuarios de todos estos tipos de créditos online siempre está protegido legalmente. 

No obstante, y como ocurre en todos los sectores, es recomendable analizar la entidad financiera o de crédito en la que voy a solicitar el préstamo personal para entender cómo cumple toda esta normativa para ofrecer unos productos seguros y de máxima confianza.

El prestamista, o en su defecto el intermediario de crédito, debe llevar a cabo todos los trámites legales oportunos siempre con unos procesos seguros, desde que se realiza la solicitud hasta que el usuario devuelve su préstamo. 

Uno de los aspectos fundamentales es la información del mini crédito que se va a contratar. Dicha información debe proveerse al consumidor de forma clara y detallada, siempre de forma previa a la celebración del contrato:

  • El importe total a pagar. Incluyendo todos sus conceptos tales como intereses, comisiones y/o honorarios. El tipo de interés que se pide para la devolución del préstamo debe también venir detallado tanto en su formato TAE como TIN.  En este sentido, es cierto que el interés puede ser un poco más alto del promedio ofrecido por la banca tradicional. Ello se justifica debido al mayor riesgo que asumen las entidades de préstamos inmediatos y las menores garantías que se piden para su concesión, dado que suelen ser créditos sin necesidad de nómina. En cualquier caso, todos los préstamos personales existentes en el mercado ofrecen unos intereses dentro de la legalidad y en muy excepcionales ocasiones el Tribunal Supremo ha venido considerando algunos de estos tipos de interés como desproporcionados. Y cuando así lo ha declarado ha sido atendiendo circunstancias particulares de los afectados.
  • La duración del contrato o plazo de devolución. Es uno de los datos básicos dado que determinará fecha límite para la amortización y por tanto posible entrada en demora y posición deudora.
  • Gastos por cancelación anticipada o por extensiones. Debes tener en cuenta los posibles gastos asociados a una posible amortización total del crédito antes de fecha, como si llega tu plazo límite y no puedes hacer frente y necesitas solicitar una prórroga.
  • Costes asociados a posibles impagos.  Muy importante que quede detallado los costes en los que incurriré si no puedo devolver en fecha mi préstamo. Probablemente se me imputarán unos costes diarios, basados en un porcentaje sobre el capital, y además podrían aparecer costes por notificaciones de deuda.

Toda la información anterior suele venir ofrecida por las entidades bajo las Condiciones Generales y la Información Normalizada sobre el Préstamo.

Una vez formalizado el contrato, la entidad le hará llegar al cliente con las Condiciones Particulares a su producto contratado.  Todos los derechos como consumidor asisten desde ese momento al cliente incluido el Derecho a Desistimiento:

  • Como cualquier otro producto , la Ley establece un plazo de catorce días naturales desde que se celebra el contrato para desistir del mismo. Este desistimiento no podrá implicar penalización alguna y además no será necesario justificar dicha decisión. Por tanto, en caso de que el cliente se arrepienta, debe ejercitar el desistimiento de forma expresa dentro del período fijado y deberá devolver, en el plazo de treinta días, tanto el capital como el interés acumulado por los días de los que ha dispuesto del préstamo.

Las informaciones sobre la TIN i la TAE:

ANTE QUIÉN RESPONDEN LAS ENTIDADES DE CRÉDITOS ONLINE

Las entidades de crédito están controladas por el Banco de España mientras que los intermediarios de crédito están sujetos a lo dispuesto en la Ley 2/2009, de 31 de marzo, por la que se regula la contratación con los consumidores de préstamos o créditos hipotecarios y de servicios de intermediación para la celebración de contratos de préstamo o crédito.

Quizás, las empresas no financieras de capital privado sean las que más incertidumbre crean al consumidor por no estar sometidas de forma estricta a supervisión o por no tener la obligación de estar inscritas en los registros de los órganos de consumo, pero deben cumplir igualmente con las condiciones que se pacten, dar información previa al usuario y respetar la legislación vigente en la materia.

generando CONFIANZA ONLINE

Todas estas entidades no bancarias ofrecen sus préstamos y lineas de crédito a través de internet. Son las primeras interesadas en generar la máxima confianza entre los consumidores. Es por ello que la inmensa mayoría está asociada a Confianza Online.

De esta forma se certifica que la web y sus procesos de venta online siguen los máximo estándares de protección al consumidor. Y también muy importante, ofrecen un mecanismo de mediación entre prestamistas y consumidores ante desavenencias y disputas muy ágil y eficiente.

 

Por todo lo expuesto, la transparencia y seguridad legal que proporcionan este tipo de créditos urgentes hacen que sean una buena opción para las personas que necesitan disponer de liquidez de forma rápida.